jueves, 15 de julio de 2010

Olso por pasir de salo

Como ya va siendo usual, el título de esta entrada es, como algunos de los títulos que he puesto antes por aquí, una parodia interna. Hasta aquí no hay nada que se salga de aquello que llaman normal; muchos blogs se parodian a sí mismos en algún momento de sus procesos de vida, conscientes un dia de que su capacidad de hacer mofa de sus universos personales, cada vez que sea necesario o cada que se les ofrezca en gana, es un derecho que no necesitan pedir a nadie. Lo que me parece curioso en esta ocasión es que cada vez esto de generar títulos paródicos de las entradas de Heroedeleyenda para mis entradas ha ido perdiendo más y más su objetivo original (que puede ser inferido como el más sencillo acto de tomar del pelo, aunque usted o tú, lector, puede o puedes tomar otro camino de infértil interpretación), y se va convirtiendo en algo parecido a un capricho, a un antojo sin mucho escrúpulo pero sin mucha sustancia. Crear títulos bromísticos se me fue convirtiendo en algo unitario, que ya poco o nada tiene que ver con la entrada o el bloque de letras que arrojo luego al que me aguanta, o lo que es lo mismo, al que me lee.

¡Y pensar que usé el recurso de la parodia sólo una vez antes de ésta! ¡Qué pérdida de mi norte tan esquiva y acelerada!

¿Qué puedo esperar ahora? En el mejor de los casos, lo que podría resultar de adelante en ahora sería la rápida consolidación de un próximo título de entrada como una parodia independiente, rebelde incluso, que pretenda, solita y sin apoyo, dar su ataque bufonesco a quien sea, incluso si sólo se trata de un golpecito sin herradura (eso al título no le importaría, pues apreciaría sus logros más en términos cualitativos... en serio...). En el peor de los casos, podría temer que sólo salga de todo esto un masacote de ideas sin padrino, no carentes de lógica interna pero sí con un nefasto distraidor, en la forma de un título que dice algo pero aparte, lejano, como si gritara sus burlas desde otras tierras, porque le importaría un cebo deberle el beneficio de la antelación a la entrada, dejando al lector perplejo y sutilmente molesto.

¿Seguir con los títulos con referencias burlonas a este espacio de la atarraya? ¿Abandonar la idea por tacharla de escuálida en un momento dado y seguir con tonterías mal destiladas en el aire, en este aire de números pares que suele respirarse aquí? ¿Ser consciente del hecho de que no seguiré por ahora jodiendo con el tema, no tanto por la escasez de recursos retóricos afines al pueril tópico (aspecto que podría solucionarse con algo de paciencia y trabajo pausado pero ininterumpido), sino porque mi trasero se está quejando por haber permanecido horas seguidas en el mismo asiento?

Ahhh... preguntas estúpidas, que sazonan mi camino bloguero y llenan de absurdo pero divertido ego autista mis escribires... nunca permitan que las ultrajen con intentos amorfos de respuesta... vivan libres, inservibles, intrascendentes, y háganme felicioso...




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- Olso por pasir de salo... ¡Qué genial y qué inútil al mismo tiempo! Qué admirable sin duda ese desprecio por las cosas importantes...

- ¿De verdad ESO piensa? A la hora del postre yo no veo mayores pretensiones que las de embutir relleno por aquí con un minúsculo nudo de cohesión...

- Bahh... Por ahora no pienso hacerle caso. Bien puede irse a su rinconcito, mi señor.

- Yo tampoco pienso hacerle caso por ahora a su intolerancia hacia mis ideas y opiniones muy validosas y poco gastadas, frutos del derecho innegable de llevarle la contraria al mundo...

- Pues según lo que acaba de decir, no es muy creíble su posición.

- ¿Ah, sí?

- Ah, sí.

- Seeehhh...

- Bueeehhh...

viernes, 2 de julio de 2010

Solo por salir de paso

Hoy escribo porque me toca, porque he sido un completo irresponsable con mis compromisos con el blog, y hoy a punto de vencerse el tiempo estipulado para escribir mi entrada y sin tema para escribir hablo o mejor, digito palabras relacionadas con mi impotencia para sentarme horas enteras y producir.

Hoy ando por Bogota disfrutando de la ciudad, sus atractivos, su historia y sobre todo de su gente y cultura. Por eso no deseo escribir nada, tal vez no sirva para esto, o quizás solo sea que no es el momento. Ahora mismo me esperan para seguir caminando y conociendo la ciudad y su vida nocturna. Mejor me voy a deleitar con cosas que si me interesan. De ante mano me disculpo y prometo solemnemente compensar a nuestra pequeña ¨secta¨ de lectores. La ciudad esta fría y las calles llenas de ilusiones y cosas para hacer, hasta la próxima.